Nunca me había alegrado tanto el gesto de un desconocido. Hoy fue de esos días que un pequeño gesto hace que tu boca sonría al recordarlo, que pienses mucho rato en la misma situación y que simplemente te hace feliz. No iba muy feliz, porque no había tenido una muy buena mañana, y al subirme en el metro, me puse al costado de un joven, no se cuál habrá sido la cara que yo tenía en ese momento (aunque presiento que no era la mejor), yo mire al joven y estaba jugando con unos papeles, al llegar a una estación, el joven que estaba a mi costado me pregunto "¿la quieres?", y lo que me estaba ofreciendo era una flor hecha de origami.
Yo no lo pensé y le respondí: "bueno" con una sonrisa.
Luego de esto, me dio tanta vergüenza y me puse tan nerviosa que no fui capaz de volver a mirar la flor, hasta que se me paso y la miré, no era muy bonita, pero me alegro tanto, y el niño me hablo y me dijo: "sorry, esta un poco arrugada" y yo le conteste: "¿un poco?" y me reí - como siempre- y el también rió, luego al llegar a la estación de mi destino, le dije "adiós", y no lo volví a ver nunca más, pero aunque no lo conozca y aunque sepa que nunca lo volveré a ver, me fui pensando en esta situación todo el camino hacia la casa.
Nunca un gesto de una persona que yo no había visto en mi vida, me había sorprendido tanto, aunque no fuera la mejor flor ni estaba hecha con los mas lindos materiales (esta hecha de hojas de revista), un pequeño gesto puede hacer que una persona sea feliz, y por cierto, me encanto el gesto.
Ahora veo la flor al lado de mi lampara y sonrio.
1 comentario:
que bakaan :)
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